Alumno: Maria José Fernández
2017/2018
Máster Profesional en Comunicación Visual y Diseño Gráfico
Director TFM: Rodrigo Fonseca.
Proyecto:
La Caballera
“Este proyecto representa un viaje hacia el interior, hacia lo que soy, una búsqueda interna de mi propia esencia”. Con estas palabras nuestra alumna definió su Proyecto Final de Máster, defendiendo con ellas la teoría de que si es capaz de encontrar su propia identidad, podría hacerlo con cualquier marca.
Hija de carpintero y artesano, pasó parte de su infancia rodeada del trabajo hecho a mano. Las cicatrices que tiene en las suyas, en sus dedos, le recuerdan que ella también quería usar las herramientas y hacer sus propias creaciones.
Este hecho era no más que la antesala de lo que sería su futuro, ya que acabó tomando la decisión de estudiar Arquitectura Técnica para, tiempo después, acabar formándose como arquitecta. Y es aquí, desde este punto, donde se comienza a trabajar la marca.
Con la Arquitectura como base, se definieron tres pilares fundamentales que debían soportar toda la carga de la identidad: la feminidad, la frescura y el carácter técnico, todo ello sin dejar de lado su gran sensibilidad.
Estos soportes fueron clave en la construcción del naming, siendo laCaballera el nombre finalmente elegido. Dicho sustantivo denomina a un tipo de representación arquitectónica en perspectiva, conocida por su carácter especial, ya que no suele ser muy común su uso en el dibujo. Añadir el “la” en la composición fue clave en el naming ya que da referencia absoluta a la persona y otorga mucho peso y fuerza a la marca. Por otro lado, las connotaciones que identifican al nombre tales como el honor, la lucha y el saber estar añadían valores muy positivos.
La identidad visual siguió trabajándose con los patrones anteriormente mencionados, pero centrada en una parte muy interesante que narraba de su infancia; y es que ella siempre quería usar las herramientas de su padre para hacer sus propias creaciones. El concepto nació ahí, en el uso de las herramientas, sus propias herramientas. Es por ello que la papelería y el packaging son una representación de los utensilios con los que ella trabaja a diario, aportando practicidad y cercanía debido al lenguaje universal fácilmente asociable. El color elegido representa su tono de voz; suave, femenino y pausado. La tipografía, sin embargo, representa la frescura y sencillez.
Se crean también una serie de ilustraciones que ayudarán a hacer más memorable la marca, dichas ilustraciones ayudarán a entender la proporción y la escala en los alzados, aportando personalidad y haciendo identificables sus trabajos.
Para finalizar, y como resumen, podemos decir que la marca tal y como se ha descrito es una destilación de las muchas fases por las que ha pasado en la vida. La identidad no solo debe aportar los utensilios necesarios para poder expresarse, sino que debe ser una fiel representación de sus marcados valores; y es que la atención, el hábito, la sensibilidad y la coherencia son herramientas esenciales para construir la belleza.





